Restaurante famoso por la calidad y el tamaño de sus Schnitzel, llegan incluso a salirse del plato. Son delgados y el rebozado lo hacen muy bueno, si puedes te lo acabas. El restaurante está ubicado en el centro, a dos pasos de la Catedral. El servicio muy atento en todo momento. El precio del menú Schnitzel con consumición puede costar unos 20 euros, dependiendo de la bebida. Excelente relación calidad precio. Recomendado.
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